Fase IV: Desarrollo de la Investigación


Dentro de esta fase hay que distinguir entre el trabajo de gabinete y el de campo:
  1. Trabajo de gabinete: A primeros de abril empezamos la fase práctica del proyecto. Lo primero que hicimos fue coger el mapa hipsométrico del municipio 1:7.500 que los compañeros del Profundiza del año pasado diseñaron. Se trata de un mapa con cotas topográficas al que se le trazó, a mano, las curvas de nivel de 0, 10, 20 y 30 m, convirtiéndolo en un mapa hipsométrico.
Para realizar nuestro mapa de inundación hemos tomado como referencia el tsunami de 1755, el asociado al denominado Terremoto de Lisboa. En este maremoto, según los estudios y escritos de la época, la altura del mar se elevó unos 9 metros en la ciudad de Cádiz y el agua llegó hasta la mitad de la calle Dolores en San Fernando. Tomando estas premisas, nosotros hemos decidido tomar la curva de nivel de 10 metros como referencia para nuestro trabajo; por lo que en caso de un evento similar al de 1755, por debajo de esta curva de nivel toda esta superficie quedaría inundada (más del 80 % del municipio).

En una segunda sesión se dividió el mapa hipsométrico del municipio en varias zonas y se fotocopiaron en formato DIN A3. Posteriormente se repartieron y cada uno rotuló la curva de nivel de 10 metros en la hoja que le tocó. Con esta zonación ellos han podido trabajar de forma individual en casa, o por parejas en el centro, de forma más práctica y cómoda que con el mapa DIN A0. A partir de aquí la idea ha sido que ellos estudien la superficie inundable de su plano A3 y clasifiquen las edificaciones de dicha área según su vulnerabilidad; es decir, aquella situada entre los 0 metros y los 10 metros de altura con respecto al nivel del mar.

Una vez estudiados conceptos como vulnerabilidad, peligrosidad, valor y riesgo, es la hora de empezar la evaluar las edificaciones de nuestra ciudad. Hemos seguido la metodología que un grupo de geólogas de la Universidad de Huelva (María Eugenia Aguilar, Cecilia de la Prada y María del Carmen Feria – Sillimanitas) utilizaron en un trabajo similar del municipio de Punta Umbría. En dicho trabajo se diferencian cinco tipos de edificaciones en función de su vulnerabilidad ante las olas de un tsunami:
  • El nivel 1 de vulnerabilidad, o vulnerabilidad muy alta, correspondería a construcciones sin cimentación, estructuras de madera o chapa y, en general, aquellas con una muy baja resistencia ante el impacto de un tsunami. Dentro de este grupo están por ejemplo los chiringuitos de playas, kioscos, edificios en ruinas o marquesinas.

  • El nivel 2 de vulnerabilidad, o vulnerabilidad alta, corresponde a viviendas y edificios de otros usos que poseen una única planta y que están construidos con materiales convencionales.

  • En el nivel 3 de vulnerabilidad, o vulnerabilidad media, se incluyen adosados y viviendas de 2 plantas.

  • Dentro del nivel 4 de vulnerabilidad, o vulnerabilidad baja, se incluyen bloques de edificios de 3 y 4 plantas.

  • Por último, el nivel 5 de vulnerabilidad, o vulnerabilidad muy baja, corresponde a los edificios menos vulnerables ante un posible tsunami en San Fernando, que son aquellos bloques de edificios de 5 plantas o más.
La idea ha sido identificar con herramientas digitales como Google Maps y Street View los diferentes edificios de la ciudad y asociarles un nivel de vulnerabilidad. Posteriormente dicha información se pasa al plano A3 que cada uno tiene mediante un código de colores. Antes de terminar cada zona hay que realizar salidas de campo para corroborar que la información digital por satélite manejada es fiel a la realidad. Y por último, se unificarán todas las zonas A3 y se pasará todos esos datos a un plano A1 del municipio.

La labor de asignación del grado de vulnerabilidad a cada edificación está siendo bastante tediosa y pesada. San Fernando tiene una población cercana a los 100.000 habitantes y su núcleo urbano, aunque comprimido, no es de los más chicos de nuestra provincia. Este es un trabajo que se nos ha quedado a medias y que retomaremos el curso que viene.

No hemos querido dejar de investigar las distintas aplicaciones para teléfonos móviles y tablets que existen para alertarnos de terremotos. Hemos probado varias para evaluarlas desde varios puntos de vista.

Por último, a partir de mayo nos hemos dedicado a familiarizarnos con los SIG y a manejar ArcMap. Este programa es la aplicación central utilizada en ArcGIS, un completo sistema que permite recopilar, organizar, administrar y analizar información geográfica. Se trata de la plataforma líder mundial para crear y utilizar sistemas de información geográfica (SIG).

  1. Trabajo de campo: el trabajo de gabinete se ha complementado con salidas de campo en nuestra ciudad para corroborar que la información digital por satélite manejada es fiel a la realidad.
En principio las salidas de campo se iban a centrar en la zona del municipio susceptible de ser inundada por una subida del mar de hasta 10 metros. Empezamos a planificarlas por grupos de dos y tres alumnos pero enseguida vimos que el análisis digital de las imágenes, edificación por edificación, nos impediría hacerlo en el plazo que nos exigía Profundiza; por lo que desistimos en un principio y nos centramos en nuestro instituto (ya lo haremos el curso que viene)

El análisis de nuestro centro de enseñanza se basó en la medida de alturas de las distintas zonas del recinto y de las plantas de sus edificios. Se utilizaron flexómetros y cintas métricas, siempre tomando como referencia la cota del acerado y viales de Pery Junquera que aparecen en el plano cedido por el Ayuntamiento.


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